El ciclo de carga de una batería es el lapso en el que la batería pasa de estar cargada al 100%, a agotar su carga por completo, debido al uso normal del dispositivo que dicha batería alimenta.
Las baterías recargables que usamos actualmente en dispositivos tales como teléfonos y computadoras portátiles tienen una vida útil medida en cantidad de ciclos de carga. Cuando una batería alcanza su número máximo de ciclos de carga, su desempeño comienza a dar muestras de deterioro. Este deterioro se nota en la incapacidad de la batería de retener su carga durante períodos prolongados. Dicho de otra forma, la carga de la batería se agota en muy poco tiempo, y es momento de reemplazarla por una nueva.
Los fabricantes de baterías especifican para sus productos una cantidad de ciclos de carga de referencia, de forma tal que el comprador sepa de antemano lo que puede esperar de su producto.
Las baterías de notebooks o computadoras portátiles en general soportan algunos cientos de ciclos de carga. Con cada ciclo de carga de una batería, ésta «envejece» un poco, es decir, pierde algo de su capacidad para retener la energía.
La mayoría de los fabricantes actuales de notebooks usan baterías recargables de iones de litio (Li-Ion). Esta clase de batería reemplaza a las más antiguas baterías de níquel. Su principal ventaja es ofrece una mayor densidad energética sin aumentar el tamaño físico, además de eliminar el problema de memoria cíclica que mostraban las baterías de níquel. El problema de la memoria de las baterías era que «recordaban» la energía que habían utilizado en un ciclo anterior, y no aportaban más que esa cantidad de energía.
Otro problema de las baterías de níquel era que necesitaban un mantenimiento periódico; por ejemplo, requerían ser descargadas completamente cada tanto tiempo, para minimizar la pérdida de capacidad. Esto no ocurre con las de iones de litio, por lo que ofrecen un mayor número de ciclos de carga.
El ciclo de carga dura hasta que la carga de la batería es consumida en un 100%. Según el uso que se le dé al dispositivo, el ciclo puede durar unas horas, un día, una semana, etc. Si un usuario consume el 50% de la carga de una batería un día, luego la vuelve a cargar por completo, y al día siguiente usa el 100% por ciento de la carga, eso constituye un único ciclo de carga. Es por esta razón que no conviene dejar que una batería se agote por completo antes de volver a cargarla, dado que dicho agotamiento consume un ciclo de carga.
La modernas baterías inteligentes informan la cantidad de ciclos de carga que les quedan. Sin embargo, dicha información es sólo estimativa, así como la especificación inicial de ciclos de carga totales. La vida útil real de la batería estará condicionada a las condiciones de uso. Cada ciclo de carga de una batería le quita vida útil. Por ejemplo, la exposición frecuente a altas temperaturas y un un intenso de la máquina — por ejemplo, el uso continuo de aplicaciones de procesamiento intensivo, como juegos 3D, edición de video, diseño asistido, bases de datos, etc. — reducen drásticamente la vida útil de la batería.
Los fabricantes utilizan la cantidad de ciclos de batería de sus productos como argumento de venta. Apple, por ejemplo, indica que sus equipos más modernos ofrecen hasta 1.000 ciclos de carga, luego de lo cual las baterías comienzan a ofrecer sólo el 80% por sus capacidades originales. Hewlett Packard, por su parte, estima que la vida útil de las baterías de iones de litio está normalmente entre los 300 y los 500 ciclos.
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