El rol que cumple la IA en el mercado del arte es el de un asesor inteligente y con un amplísimo conocimiento del mercado, de las tendencias, de los artistas y de la cotización de sus obras.
Ya se comprobó que una inteligencia artificial puede ser una gran artista, cuando a principios de septiembre de 2022, una obra generada por una IA (inteligencia artificial) ganó un concurso de arte. También hay IAs que componen música, que escriben cuentos o incluso que crean esculturas, con ayuda de impresoras 3D.
Pero hay algo que una IA no puede hacer: captar el sentimiento que transmite una obra de arte. No puede emocionarse al contemplar una ópera, ni tampoco sentir las emociones plasmadas por el pintor en un retrato impresionista.
La situación cambia cuando se trata de determinar el valor de una obra de arte, o de clasificar obras y artistas según categorías, o de determinar preferencias por determinados estilos. Cuando no hay emociones o sentimientos involucrados, la IA puede hacer maravillas.
Escritor y periodista especializado en tecnología, desde el año 1992.