Hace algunos años, los cibercriminales encontraron un nuevo método para ganar dinero con sus prácticas delictivas: en lugar de distribuir virus que simplemente destruyen sistemas y datos, inventaron el ransomware, un tipo de software malintencionado que básicamente encripta los datos de la víctima o bloquea el acceso a ellos, y pide dinero para dejarlos nuevamente en condiciones de ser utilizados. A continuación te daremos algunos consejos para evitar ransomware.
El ransomware tomó por sorpresa a muchos expertos en seguridad informática, explotando agujeros de seguridad que no sabían que tenían y comprometiendo seriamente la información crítica de sus empresas. Una sola vulnerabilidad en una red de datos es suficiente para poner en riesgo grandes volúmenes de datos confidenciales. En ese sentido, el ransomware afecta no sólo la reputación de las organizaciones, sino también sus finanzas. Solo en 2018, la cifra que las compañías tuvieron que pagar a los atacantes de ransomware ascendió a u$s 8 mil millones.
El objetivo principal de los ataques de ransomware son las empresas –cuanto más grandes, mejor — porque, en general, tienen más recursos financieros y están en mejores condiciones que los individuos para pagar un rescate por sus datos. Pero nadie está realmente seguro, ya que cualquier computadora, tableta o teléfono puede infectarse. Sí, los teléfonos también, no sólo las computadoras.
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