En un futuro próximo, es un hecho que las criptomonedas se volverán moneda corriente – valga la redundancia. Es por eso que debemos saber cómo funcionan, cómo usarlas, cómo cuidarlas y cómo evitar perder mucho dinero con ellas.
Qué son las criptomonedas
Una criptomoneda o criptodivisa es una forma de dinero digital que puede intercambiarse por bienes y servicios a través de transacciones en línea. Muchas empresas emiten sus propias critpomonedas – a menudo llamadas tokens; más abajo se explica la diferencia – y permiten cambiarlas por el bien o servicio que la misma empresa proporciona, en forma análoga a como funcionan las fichas de un casino.
Las criptodivisas funcionan con una tecnología llamada Blockchain, la cual se encarga de gestionar y registrar las transacciones. La tecnología Blockchain funciona en forma descentralizada, es decir, repartiendo el procesamiento entre muchas computadoras. Esto aporta seguridad y evita que el sistema tenga puntos únicos de falla, lo cual es inadmisible en cualquier sistema financiero automatizado.
En el mundo financiero, las criptomonedas han llegado para quedarse, según opinan los especialistas. Federico Golberg, CEO de Tienda Dólar, un servicio argentino de billetera virtual, opina que «veremos un crecimiento significativo en su implementación, abarcando una cantidad cada vez mayor de industrias». Si bien las criptomonedas están operando desde hace casi una década, en el último año han tenido un auge excepcional en muchos países.
Tipos de criptomonedas
En la actualidad hay más de 10.000 diferentes tipos de criptomonedas, las cuales se dividen en dos grandes categorías: monedas y tokens. En la categoría de monedas entran los Bitcoin, Ethereum y otras divisas digitales basadas en la criptografía.
Al clasificar las criptomonedas se habla comúnmente de altcoins para referirse a todas aquellas que no son Bitcoin. Algunos ejemplos son Namecoin, Dogecoin, Auroracoin, Litecoin y Peercoin.
Una característica común a todas las criptomonedas es que dentro de cada tipo existe una cantidad limitada de monedas. En el caso de Bitcoin, la cantidad es de 21 millones, tal como lo decidieron sus creadores. Esos 21 millones de bitcoins no están todos en circulación, ya que algunos aún no se han descubierto (lo correcto sería decir que aún no se han «minado»), pero el costo de encontrar las monedas faltantes excede a los posibles beneficios.
Federico Goldberg menciona además una categoría especial, llamada criptomonedas estables (o stablecoins), que son aquellas que tienen paridad con el dólar estadounidense. Las más populares de las stablecoins son DAI, USDC y USDT.
«USDT y USDC son centralizadas, es decir que, en teoría, por cada criptomoneda emitida hay un dólar en el banco de quien la emite – aclara Goldberg – mientras que DAI es descentralizada, puesto que su respaldo es otra criptomoneda, en su mayoría ETH, a 150 por ciento. Esto quiere decir que por cada DAI hay 1,5 dólares en ETH».
Funciones de las Criptomonedas
La principal función de las criptomonedas es realizar pagos seguros en transacciones en línea, o por medio de billeteras virtuales para concretar operaciones en el mundo real. Sin embargo, las criptomonedas son también una inversión. Desde que se pusieron en circulación, su potencial para conservar o aumentar su valor a través del tiempo atrajo a hordas de inversionistas de todo el planeta.
En países como Argentina, en donde se restringe la compra y venta de divisas, las criptomonedas son una forma práctica de proteger los ahorros. «Todo comenzó con las restricciones al dólar», señala Goldberg. «Para poder conservar el valor adquisitivo de nuestros ahorros o seguir invirtiendo nuestro dinero fue necesario encontrar otras alternativas», comenta Federico.
El fenómeno de las criptomonedas está aceitando los engranajes de ciertas industrias para las que la liquidez y las dificultades para mover fondos son un obstáculo. El típico ejemplo es la industria inmobiliaria, a la que la compra de propiedades con criptodivisas está dando un nuevo impulso en todo el mundo.
Cómo comprar criptomonedas
La forma más sencilla de comprar criptomonedas es elegir un crypto exchange, es decir, una plataforma que reúne a compradores y vendedores que comercian con criptomonedas. Los exchanges por lo general cobran una pequeña tarifa para comerciar con criptomonedas. Algunas plataformas pueden resultar intimidantes con múltiples tipos de comercio y gráficos de performance complejos, pero a medida que el uso de moneda digital se va popularizando, los exchanges se van haciendo a su vez cada vez más amigables.
«En Argentina se nota el gran trabajo que han hecho todos los exchanges locales para brindar facilidad a la hora de adquirir criptomonedas», explica Goldberg. «El crecimiento del BTC (Bitcoin) y ETH (Ethereum) en precio ha sido también un factor clave para que esta opción se viralice aún más».
En BitDegree publican y mantienen actualizada una lista de exchanges, ordenados por la calificación de los usuarios.
Una vez elegido un exchange a quien comprarle las criptomonedas, se debe abrir una cuenta con ese exchange y cargar fondos en esa cuenta. Los fondos deben provenir de alguna cuenta bancaria o de algún servicio de manejo electrónico de fondos (como PayPal, Skrill, Payoneer, etc). Las opciones para cargar fondos dependen del exchange.
Teniendo los fondos en la cuenta del exchange, podemos proceder a cambiar fondos por su valor equivalente en alguna criptomoneda. Los exchanges ofrecen una gran cantidad de opciones. Hay que elegir la que resulte más conveniente y parezca más prometedora en función del mercado.
El siguiente paso consiste en elegir un método de almacenamiento. Se debe tener en cuenta que los exchanges no están respaldados por ninguna compañía de seguros, por lo que están expuestos a robos y a ataques de hackers. Los brokers de criptomoneda no dan por lo general otra opción que confiar en ellos como medio de almacenamiento. Los exchanges, en cambio, pueden ofrecer más opciones:
- Almacenamiento propio del exchange: los exchanges ofrecen una cripto-billetera donde guardar las criptodivisas.
- Billeteras «calientes»: monederos digitales que funcionan en dispositivos conectados a Internet, como tabletas, computadoras o teléfonos. Las billeteras calientes son cómodas, pero al estar online, están expuestas a robos.
- Billeteras «frías»: también son monederos digitales, pero desconectados de Internet. Esto las convierte en la opción más segura para guardar las claves de acceso a la blockchain. Suelen ser dispositivos de almacenamiento externo, como una unidad USB o un disco rígido. Con una billetera fría, toda la seguridad está puesta en el dispositivo que almacena las claves. Si se rompe, falla o se pierde, se corre el riesgo de perder para siempre las claves de las criptomonedas almacenadas en él.
Xapo, el «Fort Knox» de las bitcoins
El emprendedor argentino Wenceslao Casares comprendió en forma muy anticipada la importancia y beneficios del almacenamiento frío de criptomonedas. Entonces fundó Xapo: un negocio de custodia de bitcoins que mantiene bóvedas de almacenamiento digital frío (desconectado de toda red pública) donde se guardan millones de dólares en criptomonedas. Las bóvedas están situadas en un lugar sumamente protegido: en túneles debajo de los Alpes suizos. Xapo fue recientemente adquirida por la gigante Coinbase en nada menos que 55 millones de dólares.
¿Son seguras las criptomonedas?
La tecnología Blockchain que respalda a las criptomonedas es intrínsecamente segura, gracias a la naturaleza descentralizada y distribuida de su almacenamiento digital y al proceso de encriptación al que se somete cada transacción. Pero la seguridad que ofrece Blockchain no quiere decir que las criptomonedas estén libres de riesgos. Al igual que cualquier otra moneda o billete, pueden perder valor, robarse, destruirse o perderse.
Anchor Protocol es un desarrollo reciente de Terraform Labs que se caracteriza por ser la forma más segura de invertir en criptomonedas. Te sugiero leer esta nota para aprender cómo invertir y ganar con Anchor Protocol.
Riesgos de tener criptomonedas
- Son volátiles: los cambios bruscos en el mercado pueden provocar subidas o bajadas repentinas en las cotizaciones de las criptomonedas. No es raro que el valor de las criptodivisas caiga rápidamente en cientos o miles de dólares en cuestión de días.
- No están reguladas: al ser descentralizadas, las criptodivisas no están reguladas por gobiernos ni por bancos ni por entidades financieras. Se crearon desde el principio para estar libres de toda forma de supervisión o influencia. Lo único que las controla es un protocolo de Internet entre pares.
- Son susceptibles a errores y piratería: como moneda digital, las criptomonedas son susceptibles de sufrir fallos técnicos, errores humanos o piratería. Las claves que acreditan la posesión de una cierta cantidad de criptomonedas deben estar almacenadas en algún lugar seguro: un disco rígido, un crypto-exchange, almacenamiento en la nube, o incluso podrían estar escritas en un papel (lo cual no es ni práctico ni seguro). Ninguna de esas formas de almacenamiento es infalible, lo que significa que todas son susceptibles a robos, pérdidas o destrucción. Te sugiero leer nuestra revisión de herramientas EDR para saber cómo protegerte de los ataques cibernéticos.
- Pueden verse afectadas por bifurcaciones (forks) o interrupciones: el comercio de criptodivisas conlleva riesgos adicionales, como las bifurcaciones duras (forks) o las interrupciones. Los forks son básicamente divisiones en la red Blockchain, que hacen que de un momento al otro se duplique la cantidad de criptomonedas en circulación y, por lo tanto, se reduzca su valor. Cuando se produce una bifurcación dura, se desencadena una gran volatilidad de precios y pueden suspenderse las negociaciones en cualquier momento, al no existir precios de referencia fiables.
¿Son legales las criptomonedas?
La legalidad de las criptodivisas varía drásticamente entre distintos países, y en gran parte del mundo aún no hay una clara definición legal. La mayoría de los países permiten el uso de criptomonedas, si bien hay diferentes puntos de vista en cuanto a considerársela dinero o mercancía, y hay también diferentes regulaciones sobre su utilización.
Wikipedia mantiene un mapa mundial en donde puede apreciarse la legalidad de las criptomonedas en cada país. Las categorías de legalidad se clasifican en:
- Marrón: Moneda de curso legal (sólo en El Salvador)
- Verde: Permisivo (es legal usar criptomonedas)
- Amarillo o lila: Contencioso (no es ilegal usar criptomonedas, pero con restricciones o bien con uso regulado por leyes antiguas)
- Rojo: Hostil (prohibición de uso)
- Gris: Sin información
Criptomonedas con más futuro
Teniendo en cuenta las miles de opciones de donde elegir, los inversores interesados en convertir sus ahorros a criptodivisas pueden verse abrumados. Para reducir las opciones, a continuación destacamos las «top 5» en cuanto a criptomonedas con más futuro. Hay que tener en cuenta que se trata de un mercado muy volátil, así que este top 5 puede cambiar en cualquier momento
1. Bitcoin
Al momento de su creación en 2009, el valor de un Bitcoin era de 0,008 USD. Desde entonces aumentó 9 millones por ciento. En 2017, subió más de 20.000 USD en apenas una semana. En abril de 2020 alcanzó su máximo histórico de 65.000 USD. Más tarde, debido a la represión china, su valor bajó a 30.000 USD, pero actualmente se está recuperando y se acerca a la marca de los 40.000 dólares. La caída del precio abrió muchas oportunidades para quienes quieren aprovechar el potencial de la criptomoneda como inversión.
2. Dogecoin
En los últimos seis meses, Dogecoin ha subido más de un 15.000%, convirtiéndose en una de las 5 principales criptodivisas, en base a su capitalización de mercado. A pesar de que su valor experimentó un fuerte descenso luego de su pico el pasado mes de mayo, los expertos siguen creyendo que esta criptodivisa alcanzará nuevas alturas. Actualmente (agosto 2021) su valor ronda los 30 centavos de dólar.
3. Ethereum
La red Ethereum es considerada la mejor plataforma para aplicaciones basadas en cadena de bloques, o blockchain. Es en buena medida gracias a la red Ethereum que las finanzas descentralizadas (abreviadas DeFi) han tenido un crecimiento explosivo en los últimos tiempos.
Como criptomoneda, Ethereum ha alcanzado un precio máximo histórico de 4.350 USD en abril de este año. Los analistas de mercado dicen que Ethereum sigue siendo una buena inversión y auguran que su valor seguirá creciendo.
4. Ripple
Ripple es una tecnología lanzada en 2012 que funciona a la vez como criptomoneda y como red de pagos digitales para transacciones financieras. Su proceso principal es un sistema de intercambio de activos de liquidación de pagos y remesas, similar al sistema SWIFT para las transferencias internacionales de dinero y seguridad, que es utilizado por los bancos y los intermediarios financieros que negocian entre divisas.
El token de Ripple es preminado y se identifica con el símbolo XRP (Ripple es la denominación de la empresa y de la red). El objetivo del XRP es servir como mecanismo intermedio de intercambio entre dos monedas.
5. Litecoin
Litecoin se posiciona como una plataforma de pagos rápida, segura y de bajo costo, basada en el protocolo de Bitcoin. A principios de este año, Litecoin arrancó con un valor de 124,31 USD, luego subió a 359,33 USD en mayo, y más tarde se desplomó debido a la caída del mercado. Actualmente, los inversores están aprovechando la oportunidad de comprar Litecoin a un precio más bajo antes de que sus valores se disparen.
Regulaciones de las criptomonedas en Latinoamérica
En América Latina, las regulaciones de las criptomonedas abarcan todo el espectro legislativo – desde países con ausencia total de regulación, hasta países con limitaciones totales. Entre los países con regulaciones más severas se encuentran Bolivia, que ha prohibido completamente las criptomonedas y los exchanges, y Ecuador, que ha emitido advertencias sobre el uso, la inversión y la circulación de todas las criptomonedas, excepto el token «SDE» emitido por el gobierno (una forma de dinero electrónico vinculado al dólar).
En México, Argentina, Brasil, Venezuela y Chile, la situación es diametralmente opuesta. En estos países, las criptomonedas son comúnmente aceptadas como medio de pago por comercios de todo tipo. A los efectos fiscales, las criptomonedas suelen tratarse como activos. En tal sentido, están sujetas al impuesto sobre las ganancias de capital en toda la región, mientras que las transacciones en Brasil, Argentina y Chile también están sujetas al impuesto sobre la renta en algunos contextos.
Regulaciones específicas para el intercambio
Las regulaciones de intercambio de criptodivisas en América Latina varían según el país, aunque la mayoría de las jurisdicciones no tienen leyes específicas para el comercio de criptodivisas más allá del alcance de la legislación general de comercio. El grado de variación refleja la aceptación y los requisitos de licencia necesarios para operar un exchange o aceptar criptomonedas o activos digitales en toda la región.
Los países latinoamericanos donde la actividad carece de regulación específica se han vuelto una opción muy atractiva para empresas que buscan hacer negocios con monedas virtuales. Este efecto se potencia (y retroalimenta) con las altas tasas de adopción de criptodivisas en los mismos países.
Si bien las criptodivisas no son en general consideradas moneda legal, los países latinoamericanos han desarrollado puntos de vista divergentes en este sentido. Tal disparidad ha provocado fricciones dentro de las industrias bancarias tradicionales de la región. En Chile se ha llegado al extremo de que los bancos centrales cerraran las cuentas de los exchanges a fines de 2018. Las sentencias judiciales posteriores han ofrecido protección a corto plazo a estos exchanges, pero está claro que se necesitan directrices más definitivas.
En México existe una cierta regulación, a través de la Ley para Regular las Empresas de Tecnología Financiera. Dicha ley extiende las regulaciones mexicanas contra el lavado de dinero a los proveedores de servicios de criptomonedas, imponiendo una variedad de requisitos de registro y reporte.
«Además de cumplir con el rol de sustituir hasta cierto punto la compra de dólares, quienes hurgaron más profundamente en el mundo de las criptodivisas descubrieron un universo maravilloso de protocolos descentralizados donde pueden invertir y ganar un interés diario muy similar al que estamos acostumbrados en el mercado financiero tradicional», observa Goldberg.
Las criptomonedas llegaron para quedarse
Los especialistas consideran que en un futuro próximo, las criptomonedas se volverán algo cotidiano. «Veremos un crecimiento significativo en su implementación, abarcando una cantidad de industrias cada vez mayor», augura Goldberg.
En el año 2010, dos años después de que el mítico Satoshi Nakamoto (o como se llame realmente el autor del famoso paper que sienta las bases de las crypto) iniciara su proyecto Bitcoin, las monedas digitales se utilizaron por primera vez para realizar una transacción comercial. Esa transacción fue la compra de dos pizzas en la ciudad de Jacksonville (Florida, Estados Unidos). El costo de esas dos pizzas fue de 10.000 bitcoin, lo cual en aquél entonces equivalía a 30 USD. Hoy en día, esa cantidad de bitcoins equivale a poco menos de 500 millones de dólares.
El Índice de Nuevos Pagos de Mastercard de mayo de este año muestra que el 93% de las personas considerará utilizar al menos un método de pago emergente – lo que incluye criptomonedas, biometría, tecnologías contact-less y códigos QR – en el próximo año. El 40% de la gente dice que planea utilizar criptodivisas en el próximo año. Entre los millennials, el interés es aún mayor: 67% de las personas dentro de esa franja etárea manifestaron estar más dispuestas a usar criptomonedas ahora de lo que estaban el año pasado.
Cripto-moneda corriente
De acuerdo con el sitio www.coinmap.org, actualmente casi 23.000 comercios ofrecen la opción de pagar con Bitcoin en todo el mundo. El CEO de Tienda Dólar observa también que «en Argentina estamos viendo cómo muchos usuarios, por su inmediatez, empiezan a utilizar las criptomonedas para adquirir productos y servicios». También según CoinMap, ya son casi 500 los comercios argentinos que habilitaron este medio de intercambio, desde heladerías y librerías, hasta teatros y hoteles .
«En el caso particular de Tienda Dólar, si bien no lo habíamos pensado en una primera instancia, vemos cómo cada vez se exigen más los códigos QR de nuestra billetera crypto para aceptar pagos por servicios prestados o productos vendidos», comenta Goldberg. «Podemos mencionar como ejemplo el caso de una peluquería en la ciudad de Mar del Plata, cuyo propietario comenzó comprando criptomonedas para ahorro personal y la experiencia le fue tan satisfactoria que decidió aceptar pagos en crypto en su comercio».
El futuro de las criptomonedas parece apuntar a una convivencia con el mundo financiero y de procesamiento tradicional de pagos. Su inmediatez y creciente facilidad de uso resuelve problemas cotidianos de manejo de dinero, por lo que tanto consumidores como empresas y comercios lo usarán cada vez más en sus transacciones.
«Seguramente, en un futuro próximo, vamos a ver un crecimiento significativo en la implementación de criptomonedas, abarcando una mayor cantidad de industrias. Esto no significa que los sistemas tradicionales no sirvan, sino que serán un grandioso complemento para optimizar y eficientizar los sistemas, volviéndose seguramente más económicos, beneficiando de esta manera al eslabón más importante: nosotros, los usuarios», concluye Goldberg.
Trailer del documental «Cryptopia», muy recomendable para entender el cada vez más complejo universo de las crypto.
Escritor y periodista especializado en tecnología, desde el año 1992.
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